Mis amigos me hicieron un hermoso regalo de
cumpleaños: ¡un salto en paracaídas! Esperamos a que hubiera un buen día
soleado y fuimos a un aeródromo. Éramos en total nueve personas: algunos
experimentados y otros, como yo, en su primera experiencia.
En el salto de principiantes vas sujeto de un arnés
con el profesor a tu espalda, y es él quien lleva el paracaídas. Después de
saltar, bajas a unos 200 km/h durante casi un minuto, lo cual es realmente
impresionante (nada que ver con las montañas rusas), aunque solo tienes la
sensación de aceleración durante los diez primeros segundos; luego vas a
velocidad constante.
Todo es tan enorme que no tienes demasiadas
referencias; el suelo no se acerca tan rápido como se suele suponer.
A los 1.500 metros, más o menos, se abre el
paracaídas y te pasas unos minutos bajando tranquilamente hasta el lugar de
aterrizaje en al aeródromo.
Durante
el salto, me tomaron algunas fotos, en las que pueden observar mi maravillosa
aventura.Construir un paracaídas que haga caer un objeto, lo más lentamente posible.
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